RESPIRANDO UNA MUERTE LENTA
Desde hace 44 años, Luis Fernando Roldán Palacio, vendedor de dulces, soporta la nube de hollín que dejan los buses en la calle San Juan con la carrera 70, debido a que no tiene un lugar para protegerse de la polución y le toca “tragarse todo el humo de los carros”. Y es que basta con mirar su rostro y sus manos para notar las pecas, manchas y arrugas surgidas a través de los años como consecuencia de la exposición directa al sol y a la contaminación.
Desde hace 44 años, Luis Fernando Roldán Palacio, vendedor de dulces, soporta la nube de hollín que dejan los buses en la calle San Juan con la carrera 70, debido a que no tiene un lugar para protegerse de la polución y le toca “tragarse todo el humo de los carros”. Y es que basta con mirar su rostro y sus manos para notar las pecas, manchas y arrugas surgidas a través de los años como consecuencia de la exposición directa al sol y a la contaminación.
Para él existen dos momentos en el día que se convierten en los más insoportables. Uno es a las doce meridiano cuando el humo de los carros se mezcla con el intenso calor, esto hace que se sienta asfixiado y “a punto de derretirse”.
El segundo momento es a las seis de la tarde. A esta hora pasan más seguido los automotores. Según Carlos Arturo Bozón Pérez, ingeniero coordinador del programa “Medellín cuida su aire”, los picos más altos de contaminación se presentan de seis a nueve de la mañana, de once a tres de la tarde y de cinco a siete de la noche, pero Luis Fernando deja esto a un lado y se concentra en los posibles clientes pues las ventas son el medio para mantener a su familia.
La médica de la E.P.S Sánitas, Marcela Henao Pérez, explica que el humo de los carros produce irritación en la garganta, ardor en los ojos, congestión nasal, dificultad para respirar, estornudos y dolor de cabeza.
Asimismo, el ingeniero Carlos Bozón agrega que en Colombia los costos por atención hospitalaria asociados a problemas respiratorios por la contaminación del aire alcanzan los 1.5 billones. Las partículas suspendidas causan cerca de 6.000 muertes prematuras, 7.400 casos de bronquitis crónica, 13.000 hospitalizaciones y 255.000 visitas de urgencia.
Según el trabajo de investigación para optar al título de magister en salud pública y salud ocupacional “Efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud en adultos que laboran a diferentes niveles de exposición” se explica que “la causa de esta contaminación está determinada principalmente por el uso de combustibles fósiles, el no uso de tecnología limpia por parte de los vehículos automotores y la demanda creciente del transporte entre otras razones.”*
Los vientos en Medellín alcanzan una velocidad máxima de tres metros por segundo predominando los vientos cálidos del norte al sur.
Las dos laderas que rodean a la ciudad hacen que el aire no alcance grandes velocidades. Por tanto, no alcanza a dispersarse produciendo capas blancas en el aire que solo desaparecen cuando sale el sol, lo que conlleva a situaciones favorables para episodios de alta contaminación.
Amanda Jaramillo Gil también percibe la contaminación. Hace siete años vende periódicos y revistas en una pequeña “chaza” que no alcanza a cubrirla del sol ni del aire contaminado que a diario respira. Pero como ella lo dice “hay que conseguirse la comidita de alguna forma y a mí me tocó así”.
Además de Amanda y Arturo, los conductores de los vehículos sufren con este problema. Carlos Zapata Villegas, quien a diario utiliza su vehículo para dirigirse a su oficina en el norte de la ciudad, dice que la situación es cada vez más inaguantable, “sobre todo los buses son los que uno ve que echan ese humo negro y que alcanza a meterse hasta la boca”.
A todos los vehículos y motos se les exige la revisión técnico-mecánica, realizada por los Centros de Diagnostico Especializado (CDA), lugares con equipos especiales para detectar cualquier falla que puedan tener. Quince días es el tiempo dado para solucionar el daño encontrado. Si no tiene este certificado las autoridades le imponen una multa mínima de $ 230.750 e inmovilización del vehículo. Así lo expresó Ignacio Hurtado, Agente de Tránsito.
Según Carlos Bozo, el parque automotor existente emite el 52% de la contaminación de acuerdo con un modelo de pronóstico. En el Valle de Aburrá hay 700.000 vehículos matriculados de los cuales 358.000 son automóviles, 300.000 motos, 27.000 taxis, 15.000 son transporte público y 7.000 son vehículos de carga. En Medellín están matriculados 315.000 vehículos, lo que corresponde al 45% del total.
De acuerdo con los estándares internacionales el valor máximo de partículas por millón de azufre –PPM- es de 50. Colombia registra 2.700 PPM y en enero de 2008 Medellín presentó 4.500 PPM. En la ciudad, el 95% de buses y camiones usa diesel y el 10% de las emisiones provenientes del parque automotor obedece a malas prácticas de conducción.
Según la “evaluación de la calidad del aire, intensidad del ruido y sus efectos en la salud” realizada por la Secretaría del Medio Ambiente, el contaminante responsable de la polución en la ciudad es el material particulado, tomando como indicador partículas menores de diez micrones (PM-10).
Bozón explica que la Secretaría del Medio Ambiente, ejecuta una campaña para mejorar la calidad del aire dirigida a toda la ciudadanía, promueve el desarrollo de buenas prácticas de conducción, el mantenimiento técnico mecánico y el ahorro en el uso del combustible. Con estas medidas, en el 2010 la emisión de gases disminuirá 30%.
Biocombustible y gas natural: parte de la solución
Los biocombustibles provienen de productos biodegradables como la palma africana y el aceite de cocina usado. Son limpios y no producen partículas visibles contaminantes, por eso es una buena opción para disminuir la emisión de gases. El problema es que en el país no existen reservas suficientes para abastecer a las ciudades. Por otra parte, el uso de tierra agrícola para la siembra del biocombustible incrementa el valor de algunos alimentos de la canasta familiar. En Medellín, Ecopetrol agrega un 10% de biocombustible a la gasolina. Así lo manifiesta Carlos Arturo Bozón.
Mientras el biocombustible llega de forma total, la mejor opción es el gas natural, debido a que no emite partículas visibles convirtiéndose en una ventaja para los conductores, eximidos del pico y placa. Aunque esta medida tiene como objetivo principal mejorar la movilidad en las horas de mayor congestión, también es cierto que estas horas representan los índices de contaminación más altos, por lo tanto es un incentivo para que los conductores se animen a convertir su carro de gasolina a gas, es un procedimiento seguro que financian diferentes empresas.
La revisión técnico-mecánica y la utilización del gas natural son algunas de las medidas que la Secretaría de Medio Ambiente y la Secretaría de Transportes y Tránsito implementan para disminuir el impacto ambiental negativo que trae consigo la emisión de los gases de los vehículos, pero según Amanda, Arturo y Carlos, estas medidas no bastan para atacar el problema que cada día afecta más a la ciudad convirtiéndola en la más contaminada luego de Bogotá.
* Muñoz D. Ana Marcela, Paz V. John Jairo, Quiroz P. Carlos Mario. Trabajo de investigación “Efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud en adultos que laboran a diferentes niveles de exposición”. 171 págs.
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